viernes, 1 de junio de 2007

Vampire Wars: Battle for the Universe


Las películas hechas para televisión o para el mercado directo de video casero tienen un ineludible estigma que las marca como producto de baja calidad, muy inferior al prestigioso cine "real". Lamentablemente esa prejuiciosa percepción es con frecuencia justificada; a veces incluso parece que los cineastas que realizan ese tipo de películas se regodean en la mediocridad y se amparan en las bajas expectativas del público para producir películas torpes, mal hechas y peor escritas.

Sin embargo, creo que todas merecen la oportunidad de probar lo contrario, y esa (estúpidamente) optimista actitud me ha ayudado a descubrir un par de joyas sepultadas bajo la avalancha de bodrios. Una de ellas es Vampire Wars: Battle for the Universe (también conocida como Bloodsuckers) y, como el título indica, es una combinación de terror y ciencia ficción que, por ridículo que suene, resulta simpática, dinámica y muy entretenida.

Notarán que no dije "buena".

Vampire Wars sigue a un aguerrido grupo de mercenarios que trabajan para la siniestra compañía V-San, una multiplanetaria corporación que controla básicamente todo, y que necesita los servicios de estos "soldados de fortuna" para mantener la seguridad de colonizadores en lejanos planetas.

Y ¿por qué necesitan protección esos colonizadores? Pues por los vampiros espaciales, naturalmente.

Alejándose de clichés románticos y góticos, los vampiros de Vampire Wars son criaturas extraterrestres con una biología muy diversa, dividida en razas con características variables. La mayor parte son humanoides; todos consumen humanos, aunque no todos beben sangre; algunos prefieren cadáveres (como carroñeros); otros ocupan el cuerpo de las personas para cazar sin ser descubiertos. Hay unos que incluso cooperan con los humanos mismos para exterminar a las demás sub-razas vampíricas.

Por si eso no fuera ya suficientemente complicado, también existe una facción de humanos que apoya a los vampiros para proteger al resto del Universo de la expansión imperialista de los terrícolas. Y es una de esas facciones contra lo que se enfrentan los rudos mercenarios... si logran resolver primero sus diferencias internas.

Hay que aceptarlo: Vampire Wars es una cinta de bajo presupuesto, y aunque emplea con todo gusto muchos litros de sangre artificial, los efectos digitales son irremediablemente baratos, a pesar de las artísticas intenciones de su director. No obstante, los actores son competentes y logran dar vida propia a los exagerados personajes.

El guión tampoco es malo, pues logra mantener una narrativa clara y fluida a pesar de que no se detiene a dar muchas explicaciones sobre la mitología del universo que habita. Lejos de ser confusa, esa ambigüedad nos obliga a prestar atención para resolver el misterio central, que si bien no es tremendamente complejo, al menos es mucho mejor que lo que por lo general se puede encontrar en este tipo de películas.

Sobra decir también que el humilde guión oculta un válido comentario social sobre las políticas de ciertos países... aunque no hace falta desentrañar significados ocultos para disfrutar las sangrientas balaceras entre mercenarios y vampiros.

Entonces, Vampire Wars: Battle for the Universe no es un clásico del cine fantástico, ni una película indispensable para fanáticos del género. Pero definiticamente es una muy agradable diversión que rebasa las expectativas de "direct to video" para satisfacer a su indulgente audiencia con adecuadas actuaciones, funcionales efectos y el ápice justo de ingenio para hacerla interesante, pero sin perder su encanto "amateur". Está disponible en Amazon.com (¡por menos de siete dólares!) pero no sé si realmente merece comprarse. Es quizás más apetecible como ocasional sorpresa en el árido panorama televisivo, especialmente cuando los "programas de realidad nos invadan por completo. Como vampiros.

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